Comentario
Si bien cierta resistencia se manifiesta en Grecia, ya antes de la guerra, contra la dictadura derechista de Metaxas, toma otro cariz y desarrollo a raíz de la ocupación del país por italianos, alemanes y búlgaros en 1941. La invasión italiana y luego la alemana habían aglutinado a muy diferentes fuerzas anti-Eje -muy precariamente, es cierto- desde la extrema derecha nacionalista a los comunistas. El Rey Jorge -que había colaborado con Metaxas- huye con su Gobierno a El Cairo, abandonando el país a su suerte. Mientras, en las montañas se forman algunos grupos armados (16). Más tarde, en septiembre de 1941, surge el EAM, con su brazo militar, el ELAS, que comienza a actuar en febrero de 1942, de tendencia comunista. Otros grupos importantes son el EDES, derechista, del general Zervas; el EKKA, también conservador, en general antimonárquicos, pero en Atenas existe un grupo prorrealista relacionado con el Gobierno de El Cairo. El ELAS será el más importante con mucho, pero los británicos apoyarán al EDES, y a él se deberán las manifestaciones de marzo de 1942, algunas huelgas masivas y ataques contra el ocupante. En noviembre de 1942, ELAS, EDES y agentes británicos vuelan ante los ojos de los alemanes el viaducto del Gorgopótamos, en un alarde de unidad que no se repetirá nunca más.
Porque una de las características de la Resistencia griega -como la albanesa y la yugoslava- será que los distintos grupos librarán entre sí una verdadera guerra civil, paralela a la lucha contra el Eje. En esa lucha civil resultará vencedor el ELAS, que eliminará a los demás, salvo al EDES, convertidos todos en meras fuerzas anticomunistas, algunas de las cuales acabarán colaborando con italianos y alemanes. Finalmente, los británicos conseguirán que los grupos reconozcan la autoridad suprema del Cuartel General Aliado de El Cairo, pero a condición de que se les reconozca a su vez sus respectivas autonomías. Por otro lado, la guerra civil entre grupos cansa o desanima a una parte de la población, lo que es aprovechado por el Eje para crear batallones antipartisanos formados por griegos, de mediocre actuación.
La ocupación, las brutalidades cometidas, las confiscaciones, etc., llevan al hambre a la población: entre 1940 y 1942 mueren 24.000 personas y, en ciertos casos, las raciones disminuyen hasta 183 calorías por día (Costa de Loverdo). A esto se añaden las represalias, las ofensivas antipartisanas y las matanzas, como la de Creta en 1942, o la de Kalvryta un año después. Pero esto provoca mayor actividad de la resistencia. En 1943 se lanza una huelga contra la movilización para el trabajo forzoso, organizada por el ELAS. En mayo del mismo año los partisanos destruyen las minas de manganeso de Mesenia, explotadas por los alemanes y poco después atacan un tren militar italiano, causando 500 bajas. Una huelga general reúne en junio a 400.000 personas en Atenas; en octubre es aniquilado un batallón alemán.
La rendición de Italia, en octubre de 1943, proporciona a los grupos existentes -sobre todo al ELAS- grandes cantidades de armas, y miles de italianos irán a engrosar sus filas. En febrero de 1944 los grupos de derecha llegan a un armisticio con los alemanes, y el ELAS se convierte en el único grupo que aún los combate -luego el EDES volverá a combatirlos-; en la primavera, el ELAS aniquilará al EKKA.
La lucha política entre monárquicos y antimonárquicos no es menos violenta. Sólo a mediados de 1944 se impone un acuerdo y se pospone el problema para después de la guerra. Los reticentes comunistas, presionados por la URSS, acabarán aceptándolo, y en octubre se crea un Gobierno de unión nacional con Papandreu.
En ese mismo mes alemanes y búlgaros se retiran de Grecia. Atenas es liberada el día 12; llegan los británicos y el Gobierno griego. El ELAS se opone al desarme impuesto por los aliados el 10 de diciembre, cuando todavía había alemanes en el norte, y se producen combates en los que resulta derrotado. Sólo más tarde, en febrero de 1945, se llega a un acuerdo precario y efímero. Terminaba la resistencia griega, una de las más importantes, pero que siempre vio mermadas sus posibilidades y eficacia por su querellas internas: la sorprendente unanimidad de 1940 ante los italianos no se repitió. Los grandes perdedores fueron los comunistas, a quienes Churchill impuso de nuevo al Rey. Pero en 1946 estallará de nuevo la guerra civil...
Tropas helenas regulares evacuadas en 1941 formarán las Fuerzas Griegas Libres del Mediterráneo, con efectivos aproximados de una división que combatieron en África del Norte e Italia; y barcos mercantes griegos participaron en el desembarco de Normandía.